“Si, también soy una bruja, pero el tema es que todas las mujeres son brujas y todos los hombres también, porque somos seres mágicos”.

Yoko Ono

Así como hay historias y películas que ponen a las brujas como seres benevolentes, podemos ver como en relatos de nuestra infancia las brujas o hechiceras tienen el papel de villanas, como sucede en Blancanieves, La Bella Durmiente, Hansel y Gretel, y muchos cuentos de hadas más. 

Todas estas obras del cine y de la televisión tienen algo en común: muestran una visión fantasiosa de lo que son las brujas. 

Esta percepción oscura no está tan lejos de la realidad, ya que todos hemos visto en nuestras clases de historia cómo las brujas fueron perseguidas y ejecutadas. Este rechazo todavía puede verse en la cultura occidental obligando a las practicantes de brujería a permanecer en el anonimato.  

Afortunadamente, poco a poco estamos volviendo a tomar fuerza, gracias a la democratización de la información que nos permite ver el otro lado de la historia. Todo esto tiene un gran objetivo: desmitificar la palabra “bruja”. 

Origen de la brujería

Poco se sabe del origen exacto de la brujería. La palabra witch (“bruja” en inglés) se escuchó por primera vez en el siglo 17, la cual venía de la palabra wicce que tiene más de 5000 años proveniente del idioma protoindoeuropeo. Wicce significaba un sabio o vidente de lo sagrado y esa fue la ortografía femenina, Wicca, fue la masculina.  

El witch llegó a Inglaterra hace 500 años d.c. Eran los sanadores, las parteras y los guardianes de la sagrada sabiduría impartida por la tierra.

La brujería, anteriormente, también era llamada Craft of the Wise (oficio del sabio) y tiene sus raíces en el chamanismo, la espiritualidad más antigua de todas cuyos principales practicantes eran los pueblos indígenas.    

Las primeras brujas eran personas que usaban hechizos mágicos y pedían ayuda a los espíritus para lograr un cambio que deseaban. Se pensaba que muchas de ellas hacían el trabajo del “diablo” aunque en realidad ellas eran simple sanadoras. 

Entonces, ¿de dónde viene todo este mal entendido con las brujas y la escena histórica?

La histeria y la caza de las brujas

La aparición de las brujas en la historia es bastante imprecisa. Desde el antiguo testamento, podemos ver como estas escrituras ya castigaban el ejercicio de la brujería y lo relacionan estrictamente con lo femenino.

“A la hechicera no dejarás que viva.”

Éxodo 22:18

La verdadera histeria contra las brujas apareció en Europa a mediados del 1400, donde las mujeres que se mantenían al margen de la sociedad eran consideradas sospechosas de brujería. Muchas de ellas fueron torturadas hasta hacerlas confesar. También fueron atacados hombres y niños.

Durante un siglo fueron ejecutadas entre 80 y 150 mil brujas, bajo el pretexto de que estaban confabuladas con el diablo y llenas de lujuria. Alemania fue el país con mayor tasa de ejecuciones, mientras que Irlanda tuvo el menor número.

¿Cómo sabían quién era una bruja? En este tiempo se publicó un libro llamado Malleus Maleficarum (El martillo de las brujas) el cual se volvió una guía de cómo identificar, cazar e interrogar a estas brujas. El Malleus Maleficarum vendió cientos de copias, más que cualquier otro libro, en todos los 100 años de caza de brujas.  

La brujamanía no tardó en llegar a América, por qué se tambaleaba entre las guerras, la viruela y los ataques de las tribus nativas. Este ambiente tenso creó el clima perfecto para chivos expiatorios, originando lo que todos conocemos como los juicios de Salem. Todo esto lo explico en mi curso de magia.

Eventualmente, la manía de brujas se extinguió y se aprobaron leyes para proteger a los ciudadanos de estas acusaciones injustas.

Desafortunadamente, las mujeres fueron el foco principal de esta persecución, perdiendo sus derechos legales, como la educación, el derecho a la propiedad y pasaron a ser propiedades de sus padres, esposos y hermanos. 

¿Qué sucedió en América Latina?

La historia en América Latina no es tan diferente, a pesar que no existió una persecución de brujas propiamente, si hubo un fuerte rechazo hacia las creencias de los nativos. Todo esto sucedió durante la época de la conquista española donde se violentaron las tradiciones indígenas y se buscó sustituirlo por el estilo de vida de los conquistadores.

Incluso, toda práctica nativa fue definida como “demoníaca” por los conquistadores españoles, aunque para los indígenas solo era una forma de practicar la medicina y de adorar a sus dioses quienes los relacionaban con la naturaleza y los cerros. Su destino no fue muy diferente a la caza de brujas en Europa y América del norte.

¿Qué pasa con el paganismo? El rechazo hacia lo diferente y lo desconocido 

Desde la escuela y el hogar nos enseñaron a relacionar lo pagano con lo prohibido y lo vulgar. Pero en sí la palabra “pagano” viene del latín que significa “de campo”. El wicca, el tantrismo, el buda, entre otras culturas son consideradas como paganas. Pero, ¿por qué son tan temidas por el mundo occidental? Esto se debe a la gran expansión de las religiones abrahámicas que condenan la existencia de varios dioses y aclaman a un solo Dios.

La historia nos enseña cómo muchas personas, sobre todo mujeres, fueron juzgadas y asesinadas por ser diferentes, y en muchos casos, por tener una sabiduría superior a los demás. Por eso es necesario mantenerse informado, con la mente abierta para entender cómo la intolerancia puede acabar con tantas vidas inocentes.

La práctica de la magia está muy lejos de ser demoníaca, de hecho, siempre procura por el bien de los demás y por no lastimar a nadie. Siendo esta la razón de porque el principio de los Wicca es: “Haz lo que quieras, si a nadie daña”. 

Seguir las leyes Wicca debemos, 

en Perfecto Amor y Perfecta Confianza.

Vivir y dejar vivir, 

Justamente dar y recibir

Wiccan Rede

Sobre las brujas y sus hechizos es poco probable que las veas haciendo una poción para envenenar o invocar a Satanás. Sus pociones generalmente se tratan de mezclas de hierbas para sanar males comunes. 

Hoy te invito a que agradezcas la existencia de la era de la información, gracias a ella, podemos reevaluar la enseñanzas de la historia y derribar los paradigmas negativos que ha tenido la magia por tanto tiempo. 

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Namasté.