“Si tus palabras tienen la fuerza del infinito en ellas y son virtuosas, y las valoras... tú eres el más grande de los grandes. Si no valoras tus palabras, no tienes valor. Tus propias palabras son tu valor como ser humano” Yogi Bhajan

Te has preguntado ¿Qué son esos sonidos que hacen los monjes budistas mientras meditan? No son sonidos al alzar, se tratan de mantras. Representan una forma de proyección de nuestra energía. Muy bien lo explica su origen etimológico, donde “man” significa “mente” y “tra” significa “proyección”. 

Se cree que existen 70 millones de mantras, cada uno tiene su propia vibración y cobra vida a través de la repetición.

Los mantras han sido utilizados durante años de manera exitosa, porque tienen un poder espiritual y psicológico. Cuando cantamos un mantra decidimos convocar el poder positivo para la prosperidad, por eso no debemos subestimar el efecto que tienen estos sonidos en nuestra vida. 

Todo en este mundo está vibrando. A menudo la vibración es tan rápida que no la podemos notar. Al cantar los mantras estamos dejando entrar sus vibraciones con el fin de atraer aquello que deseas, así te conviertes en un imán de energía. De ti depende que esa energía sea positiva.  

Estos mantras se encuentran en sánscrito, ya que es el código universal del lenguaje. Además, se dice que este lenguaje se ha construido en los niveles profundos de conciencia con la finalidad de penetrar en la mente analítica y afectar nuestro sistema nervioso. De ahí la importancia de los mantras para los practicantes de yoga y meditación. 

¿Qué sucede en tu cerebro cuando repites un mantra? 

En nuestro paladar tenemos 84 puntos meridianos que se estimulan cada vez que hablamos y van conectados con todos los órganos relacionados con la lengua. Al cantar un mantra estás aprovechando una secuencia que inicia una reacción química en el cerebro, enviándole un código a tu cuerpo que este entiende, aunque no sea tu idioma original. 

El movimiento de esta vibraciones sonoras afectan todo nuestro cuerpo, mente y espíritu. Incluso, llega a activar neurotransmisores importantes para nuestro cerebro. Esto estimula el hipotálamo y hace que la glándula pineal brille. Cuando esto sucede nuestro cerebro cambia, se equilibra, logrando que podamos ver todo desde una perspectiva diferente. 

La lección que hoy es que todo lo que sucede está sujeto al uso de nuestra palabra, no solo cuando repetimos los mantra en sánscrito, también cuando hablamos de nosotros mismos. 

Expresarnos sobre nosotros mismos (y sobre los demás) de manera pesimista atrae vibraciones negativas colocando más barreras para cumplir nuestro objetivo. Así que comienza a verte en el espejo y a repetirte todas las cosas buenas y las bondades que quieres atraer. 

En mi canal de Youtube tengo un vídeo donde explico con mayor profundidad todas las ventajas de pronunciar un mantra en voz alta. ¡Presta atención!

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Namasté