Hoy quiero recordar una interesante reflexión Dalai Lama, que dice “si le enseñáramos a meditar a cada niño, eliminaríamos la violencia en una sola  generación”. La verdad es que el Dalai Lama - por supuesto - no está nada lejos de la realidad, ya que existen estudios que demuestran los efectos positivos de la meditación en los niños. 

Muchos creen que por ser niños, ellos no sufren estrés o tensión, pero en realidad, si lo hacen y nosotros como padres podemos ayudarlos a aliviar esas tensiones. De hecho, institutos como la Academia Americana de Pediatría invita a los padres a incluir a sus niños en sus sesiones de meditación y a los maestros a cultivar esta práctica durante las horas de clase.    

Nuestro estilo de vida occidental hace que nuestros hijos estén cada vez más hiper-estimulados. El exceso de control parental, ritmos vertiginosos, muchas horas en la escuela y extraescolares, y en estos tiempos demasiada exposición a pantallas y noticias negativas evita que ellos puedan dedicarse momentos de introspección o simplemente momentos para explorar ser ellos mismos. 

En la actualidad, los niños pasan poco tiempo al aire libre, en el campo o el parque, generalmente, el tiempo de juego no es más que pasar un rato viendo la tele o la tablet a solas, disminuyendo la interacción que tenemos con ellos. Esta hiper-estimulación hace que crezcan más ansiosos, inquietos e hiperactivos. De ahí la importancia de darles herramientas para que ellos puedan sentir el aquí y el ahora.

¿Cómo podemos enseñarle a nuestros hijos a meditar?

Así como los adultos buscamos relajarnos y calmarnos a través de la meditación, los niños también pueden ser capaces de ser más conscientes de ellos mismos, lo que los ayuda a controlar sus rabietas y frustraciones. 

Si quieres que tu niño aprenda a meditar el primer paso es dar ejemplo. Ellos no van a querer aprender a meditar si no ve que sus padres lo hacen, por eso es muy importante que él te vea meditando. Luego, puedes presentarles juegos de mindfulness para ayudarlo a concentrarse, aquí te presento varias ideas: 

• Uno de los juegos que puedes utilizar es practicar con “el amigo que respira” y acostar a tu hijo boca arriba y poner en su barriguita un peluche de su elección, la meta del juego es que suba y baje su peluchito con la respiración. 
• Enséñale a escuchar el silencio, si tienes un cuenco tibetano o una campanita esta actividad es ideal (también puede servir una app). Pídele que cierre los ojos y que escuche con atención el sonido hasta que deje de sonar. 
• Mírense a los ojos, esta es una hermosa actividad que es muy íntima y fortalece los lazos familiares, se trata de sentarse una al frente del otro y mirarse a los ojos durante un rato sin perder la atención.
• Imiten a un abeja, este juego está tomado del yoga, consiste en cerrar los ojos, taparse los oídos suavemente con el dedo índice e imitar el sonido de las abejas, de esta manera, lo invitas a controlar tu respiración y a la interiorización. A mi hijo le encanta cerrar los ojos e imaginarse la abejita en su tercer ojo flotando 🐝

Como ahora nuestros niños viven rodeados de aparatos electrónicos, es importante que tengan contacto con la naturaleza, por eso una buena sesión de caminatas por el parque o el jardín, son una excelente estrategia para que entren en estado de calma y meditación, además que lo libera de todo el estrés y la ansiedad que pueden causar estos aparatos. Idealmente que sea descalzo para absorber los iones negativos de la Madre Tierra 🌍 

Como muy bien lo sabemos, el tiempo y la frecuencia de la actividad de meditación pueden variar de una persona a otra y de una técnica a otra, incluso en los niños, así que no te preocupes si tu hijo no puede pasar 10 minutos meditando, déjalo que él busque su propio ritmo. A veces solo con que tomen 5 respiraciones profundas y conscientes es suficiente ♥️

¿Cuáles son los beneficios de la meditación en los niños?

Existen cientos de ventajas de la meditación sobre los adultos, incluso, existen estudios que lo verifican. Y también son múltiples los beneficios de la meditación para los niños avalados por la ciencia. Aquí te dejo una breve lista:

• Mejora la capacidad de atención y su toma de decisiones. 
• Aumenta su autoestima.
• Reduce la ansiedad y el estrés.
• Desarrollan conductas más sociales, se vuelven más colaboradores, empáticos y tolerantes. 
• Mejora la actividad cardiovascular a través de la consciencia la respiración.

Finalmente, te invito a practicar la meditación con tu hijo y poner todas estas actividades en práctica, verás como hacer esta actividades juntos fortalece su lazo familiar y lo ayudas a descubrirse a sí mismo. 

Espero que estos consejos te hayan gustado y sean útiles en estos tiempos de cuarentena tan retadores para la humanidad.

Namasté.