Kombucha ¿para qué?
Conocido como “el té de la inmortalidad”, el té kombucha prometía longevidad y bienestar. Hoy en día, es apreciado por su alto contenido de vitaminas, sobre todo vitaminas del grupo B, por sus propiedades probióticasy porque facilita la digestión, entre otros beneficios para la salud intestinal y la salud en general.
El té kombucha se puede consumir solo como una bebida refrescante, combinado con zumo de fruta o con cualquier bebida y también como ingrediente en aderezos para ensaladas, en salsas y en adobos dulces y salados.
El kombucha tiene un ligero sabor agridulce y crea una sensación de hormigueo en la boca. Cuanto más tiempo se fermenta el té (hasta 4 semanas), su sabor recordará al vinagre. Para conseguir un sabor más dulce el periodo de fermentación debe ser más corto (5-10 días).
Por el proceso de fermentación, las mezclas tienen muchos beneficios para la salud y cada una tiene propiedades únicas. Pueden ser: antioxidantes, antiinflamatorias, relajantes para el cuerpo y la mente, ayudan a subir las defensas, tienen vitaminas y minerales (como vitamina B, C, zinc, potasio, entre otros), a balancear el pH, a reforzar el sistema inmune y ayudan al sistema digestivo. Contiene una baja cantidad de alcohol, por el proceso de fermentación, que normalmente está por debajo del 0.5%.
Beneficios para la salud del té Kombucha
-
Aporta propiedades probióticas
-
Tiene antioxidantes
-
Alivia la digestión
-
Beneficioso para la salud digestiva
-
Desintoxica el hígado y la sangre
-
Mejora el sistema inmunológico gracias a su contenido de vitamina B12 y enzimas
-
Fuente de glucosaminas que ayudan a aliviar dolor e inflamación
Kombucha es una bebida única, que al tomarla sube tus niveles energía por más tiempo, aumenta tu concentración, te sube el ánimo, tiene L-teanina que provee una energía calmada y enfocada que dura más. Cuando la tomas regularmente, comienzas a ver cambios en tu salud, en tu estado de ánimo y se convierte en parte de tu estilo de vida.
Quita la grastritis. Esto es mejor que lo veas directamente del video del Doctor Carlos Jaramillo en el que nos explica los mitos y las realidades que existen en torno a la gastritis:
-
Bacterias:
-
Acetobacter: una bacteria aeróbica que produce ácido acético y ácido glucónico. Dos tipos de esta bacteria que suelen aparecer en kombucha son acetobacter xylinoides y acetobacter ketogenum
-
Lactobacillus: otra bacteria aeróbica que puede aparecer en kombucha aunque no siempre. Produce ácido láctico.
-
Gluconacetobacter Kombuchae: una bacteria anaeróbica que se encuentra exclusivamente en el kombucha. Se alimenta de nitrógeno que procede del té y produce ácido acético y ácido glucónico.
-
-
Levaduras:
-
Saccharomyces: una variedad de levaduras que producen alcohol y son las más comunes en el kombucha. Tienen derivados aeróbicos y anaeróbicos.
-
Brettanomyces: otra variedad de levadura que se encuentra con frecuencia en el kombucha. Produce alcohol o ácido acético y puede ser aeróbico o anaeróbico.
-
Zygosaccharomyces Kombuchaensis: esta levadura se encuentra solo en el kombucha. Produce alcohol y carbonación.
-
Durante el proceso de la fermentación del kombucha, la SCOBY hace que el azúcar se descomponga en ácidos, vitaminas, minerales, enzimas y dióxido de carbono, lo cual aporta el efecto gaseoso al té. Es decir, el azúcar alimenta a las bacterias y levaduras para que fermenten el té y, por lo tanto, el kombucha no contiene azúcar o tiene un nivel muy bajo, aproximadamente 1-2 g de azúcar por vaso. Cuánto más se deja fermentar, más bajos son los niveles de azúcar.
Hay tres factores fundamentales para una fermentación exitosa:
-
Temperatura ambiental: las temperaturas muy elevadas aceleran la actividad de las bacterias y levaduras y también el proceso de fermentación, mientras temperaturas muy bajas lo hacen más lento, alterando el sabor. La temperatura ideal para la fermentación es de entre 20-27ºC.
-
Oxígeno: el flujo de aire es necesario para facilitar el proceso de fermentación. Se aconseja fermentar el kombucha en un recipiente con una tapa de tela permeable.
-
Área de superficie del líquido: cuanto mayor es la superficie del líquido, más espacio tienen las moléculas para agitarse y por lo tanto, más rápido se produce la fermentación. Lo ideal sería una superficie de 5-8 cm.
Lo ideal es conseguir una fermentación gradual y controlada para evitar que el kombucha tenga un sabor muy avinagrado. ¡Cogerle el truco requiere mucha práctica!
Productos que resultan del proceso de fermentación del Kombucha incluyen: ácido glucónico, ácido acético y fructosa.